Aquellos que me conocen saben bien de mi amor por las profundidades del océano, de modo que cuando me pidieron 4 marineros cuyo destino serían las paredes de una casa junto al mar en Huelva, tuve bien claro cómo iban a ser:
El segundo marino va preparado para la tempestad con un clásico y cómodo chubasquero cuyos botones son 3 cuentas azul oscuro. |
Y no podía faltar el clásico marinero tatuado asiduo a las tabernas con ron de contrabando y a tener una mujer en cada puerto. *** |