Me encanta el mar. Aprendí a nadar relativamente tarde, nunca fui a clases de natación y mi familia es de un pueblo de alta montaña, donde el único agua que hay pertenece al estrecho y frío río Dueñas. Descubrí el mar de pequeñita, en el País Vasco y lo redescubrí cuando a los 23 hice mi primera inmersión de buceo.
A partir de ahí he mantenido un romance tormentoso con él, aunque el cemento y los coches de Madrid nos mantengan alejados. Las relaciones a distancia son duras, pero yo sé que él siempre está ahí y él sabe que yo siempre vuelvo, tarde o temprano, pero vuelvo.
Cuando ví que el 8 de Junio es el Día Mundial de los Océanos, quise hacer una calaca especial para celebrarlo. Primero hice a la señorita de corona de coral y estrella de mar. Y lo iba a dejar ahí, pero sentí que necesitaba algo más. Así que le dibujé un novio. El marinero que se perdió en el mar.
El resultado final son dos bonitas acuarelas de 15x20cm y un superprecio de 15€ por lámina:
¡Feliz día, marineros!