A Raqui la empecé a conocer aprendiendo a coser hace 4 años; la seguí conociendo durante una semana en Berlín, el año pasado y terminaré de conocerla en algún momento de nuestras vidas, dentro de muchos años.
Raqui es misteriosa, dulce, independiente, curiosa y tiene aires asiáticos, aunque sea de un pueblo de la Costa Brava.
Esta es su calavera, alegre y florida.
Mejor que Laetitia, ya lo sabes.